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Qué es y cómo hacer un chai masala: descubre todos los secretos del té chai masala

Qué es y cómo hacer un chai masala: descubre todos los secretos del té chai masala

¿Eres uno de los amantes del chai? ¿Te gusta el té con especias y leche? Esa sensación de tomar un té con cuerpo, aromático, rotundo, reconfortante, que te teletransporte a lugares lejanos? Entonces esto te interesa, vamos a hablar del chai, también conocido como masala, el té más famoso de India.

 

¿Qué es el té chai?

Sencillo: es un té negro mezclado con especias y leche. Lo demás es accesorio, un buen chai no necesita nata, ni virutas de chocolate, ni azúcar, ni miel… aunque si te gusta así también está bien. 

El té que se suele emplear como base de la elaboración del chai es un té con cuerpo, que combine bien con las especias y que permita “engordar” la infusión. De otra forma quedaría como agua caliente sin capacidad de absorber la leche. Para ello lo mejor es emplear siempre un té indio de la zona de Assam que es aromático pero cuenta con ese plus de cuerpo.

Justo de esa zona de la India, Assam, es originario el té chai. Vamos a hacer un poco de historia. Allá por el siglo XIX la mayor parte del comercio de té de Gran Bretaña pasaba por China, pero al colonizar India y Ceilán (Sri Lanka) vieron que el clima era perfecto para seguir extendiendo su mercado. Pero los indios veían esa nueva bebida con recelo, no formaba parte de sus hábitos alimenticios. Por ello, cuando en los descansos de las fábricas y plantaciones los ingleses les suministraban una taza de té, no tuvieron más remedio que hacerlo “propio”. Para ello añadieron especias, en cada zona las más populares: canela, clavo, cardamomo, pimienta, jengibre, anís… y aumentaron la cantidad de leche. Resultado: un maravilloso té especiado que encantó tanto a los indios como a los colonizadores hasta convertirse en la bebida más popular de este país. Sana y deliciosa, ¿qué más se puede pedir?

 

¿Qué lleva el Chai?

Decir cuáles son los ingredientes de un chai masala es casi imposible. En cada zona se personalizó y se adaptó a los gustos propios. Los hay muy picantes que emplean más pimienta o jengibre. Los hay con un toque predominante a canela para darle un sabor más dulce. Los hay anisados, esos que incorporan bien anís verde, bien anís estrellado… Por eso es muy difícil decir que puede incorporarse a un chai y que no… es una cuestión de gustos. 

Lo único realmente importante que debes tener en cuenta a la hora de comprar o hacer un chai es que es primordial que emplees un té fresco, de calidad y con cuerpo. En contra de lo que se suele pensar no vale cualquier té. Muchas veces en la tienda nos decís “total para hacer un chai, cualquier té vale”. ¡No! Desde luego no es necesario emplear un té de gama alta, pero sí lo es que esté muy fresco y sea de calidad, sino amargará y echará a perder tu chai. 

Si vas a hacer tu chai te recomendamos emplear las bases de la carta de Mistelánea.

 Es importante que las especias sean también frescas. Es mejor que eches menos cantidad, pero que prestes atención a su origen y frescura. Conseguirás mejores chais y mucho más sabrosos empleando poca cantidad pero de buena calidad. En India, por humilde que se sea, se tiene acceso a especias de altísima calidad. Aquí tristemente salen un poco más caras, pero de verdad, la diferencia merece la pena. 

Recuerda que en Mistelánea tienes una base de ingredientes muy amplia que te permitirán hacer una mezcla a medida. La hacemos delante de ti, mezclamos lo que nos indiques hasta que demos con el efecto que buscas

Si optas por una mezcla preparada de chai recomendamos siempre cómprala en hoja suelta (no bolsitas), que esté fresca (las especias y el té envejecen mal) y asegúrate que el té que compras tiene canela y no “aroma a canela”, jengibre y no “aroma a jengibre”, vainilla y no “aroma a vainilla”… Pero ¿cómo lo sabrás? Primero pregunta en la tienda, segundo fíjate en el precio: no es posible comprar una buena mezcla con canela o vainilla a precios de saldo, desconfía. Y si ya la has comprado verás que las mezclas que tienen especias de verdad aguanta mucho más tiempo el olor, mientras los aromas artificiales enseguida desaparecen. También comprobarás que lo que te llega por la nariz al oler la mezcla se corresponde con lo que te llega a través de la boca. No ocurrirá eso de “huele mucho, pero no sabe a nada”. 

 

¿Cómo preparar un buen chai?

Bueno, ya sabes que en Mistelánea no somos nada puristas, queremos que te diviertas y experimentes con nuestros tés, haciéndolos propios, aunque contradiga lo que los tea master proclamen. De todos modos, hay varias cosas que debes tener en cuenta:

-       El chai se puede hacer directamente con leche o con parte de leche y parte de agua (mitad/mitad). El primero es más denso, el segundo más suave.

-       Aunque el chai se hace con leche, si tú no la consumes puedes probar a combinarla con bebidas vegetales. Con bebida de almendras, arroz, soja… queda bien con todo.

-       La dosis indicada de la mezcla por medio litro de leche es más o menos de 3 ó 4 cucharaditas de postre, pero eso también va en gustos.

-       En contra de lo que ocurre con otros tés, lo ideal es que lo cuezas. Esto significa que debes poner la leche (o la leche y el agua) al fuego y cuando empiece a calentarse añades la mezcla de chai. Remuévela durante 4/6 minutos (a más tiempo más intensidad) y ¡listo!. Si te gusta dulce añade azúcar o miel en la taza.

 

Anímate con el chai… hay un antes y un después de probarlo y realmente es fácil de hacer. Aquí puedes ver una receta de chai.

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