¿Cuántos tipos de té existen?

Té verde, té rojo, té negro, té blanco… A veces es fácil perderse entre las variedades de té que existen y saber qué te pueden aportar ¿a que sí? Pues aquí os proponemos una “guía de uso”. Vamos a quitarle literatura al tema y a enfocarlo de una manera práctica ¿vale?

Lo primero que tienes que saber es que todos los tipos de té vienen de la misma planta, la Camellia sinensis. A partir de ahí, será el proceso de elaboración la que de como resultado un té u otro. Todas las variedades son sanas, pero tienen sus propias características y sus propiedades, por eso es importante que conozcas cuáles son para saber cuál te sienta mejor o cuál tomar en cada momento del día.

Té verde

Aspecto: El té verde es hoja seca, sin ningún proceso de fermentación. Puede tener distintas formas: el famoso gunpowder de China, hojas enrolladas en forma de bolitas,  las estilizadas y largas hojas del sencha japonés o el té en polvo por excelencia, el matcha  

Sabor: Es complicado explicar como sabe algo ¿verdad? Es tan subjetivo… En principio podemos decir que es una infusión ligera y con sabor vegetal. En función de si te gusta más fuerte o menos puedes inclinarte por un cultivo u otro. 

¿Cómo preparar un té verde?

El té verde es una bebida suave y muy aromática, con notas vegetales, pero no puede ser amargo. El truco está en la preparación: utiliza agua a, más o menos, 80 grados (que no llegue a hervir) y dejarlo infusionar (la hoja de té en el agua) aproximadamente 2 minutos. Esto os servirá para casi cualquier té verde y hará que lo disfrutéis como nunca. 

¿Qué beneficios tiene para ti? 

Vamos a intentar ser rigurosos y no caer en argumentos publicitarios. Partamos de una premisa: el té verde es sanísimo y tiene grandes beneficios para ti, pero ojo con algunos “milagros”… 

• Tiene gran capacidad antioxidante gracias a los polifenoles y en concreto las catequinas.
• Cuida la salud cardiovascular.
• Ayuda a reducir el colesterol “malo” y los triglicéridos.
• Muy bajo en teína.
• Diurético
• Mejora la concentración, ya que sus suaves estimulantes permiten mantenerse alerta, pero sin el nerviosismo que produce el café.
• Mejora el metabolismo de las grasas y favorece el rendimiento físico.

Té negro

Aspecto: la infusión de un té negro puede ser muy diferente en función del origen o incluso de la cosecha de la hoja del té. Desde los densos Assam de hoja rota, a los ligeros y aromáticos Darjeeling. Un enorme abanico de opciones en función de como te guste tomarlo, pero siempre con una apariencia ámbar y aromática. 

Sabor: el té negro es una hoja fermentada. En este proceso gana en densidad, por eso es un té que se presta en algunos casos para tomar con leche. Cada té negro tiene sus peculiaridades, tanto los puros como los aromatizados. Recuerda que siempre puedes optar por un Earl Grey, el té más vendido del mundo, o por un Chai Indio. Es la base perfecta para mezclar y mezclar y mezclar.

¿Cómo preparar un té negro?

Sin duda estamos ante un té flexible, ya que permite muchas preparaciones diferentes. Lo más importante es que no lo dejes infusionar más de 4 minutos, de esta forma tendrás todo el sabor y nada de taninos (eso que hace que un té amargue). Luego es cuestión de imaginación: puedes tomarlo solo, con leche o bebida vegetal, frío, con especias… Es el té más clásico y “british” así que ¡disfruta!

¿Qué beneficios tiene para ti el té negro? 

• Ayuda a controlar el colesterol en sangre

• Cuida la salud cardiovascular, aunque no debe tomarse en exceso si tienes la tensión alta

• Fortalece el sistema inmunitario

• Cuida la salud dental

• Tiene teína que se absorbe de manera diferente al café: te ayuda a activar la mente y a mantenerte activo sin sensación de nerviosismo.
  
  

Té rojo

Aspecto: el té rojo o Pu Erh es un té de hoja oscura y robusta. Hay diferentes tipos de tés rojos, pero todos tienen ese inconfundible color intenso, casi opaco, que no deja a nadie indiferente. Es sin duda uno de los tés más vendidos en Occidente.

Sabor: sin duda el Pu Erh tiene un sabor inconfundible y particular. Podríamos decir que es terroso y denso, por ello tiene seguidores incondicionales que no pueden prescindir de él. Las mezclas también resultan muy interesantes con este té y se adaptan a todos los gustos

¿Cómo preparar el té rojo?

Realmente es un té agradecido y poco exigente. ¡Utiliza una cucharadita de postre como medida para una taza de té, déjalo infusionar 3 minutos y listo!! Suele tomarse solo, sin leche y caliente, pero si a ti te gusta de cualquier otra forma, no sientas que estás haciendo algo mal. Lo importante es disfrutar y beneficiarse de las propiedades de este té legendario.

¿Qué beneficios tiene para ti el té rojo?

• Un aliado de las dietas adelgazantes: no esperes ningún milagro y cuidado con los reclamos “quemagrasas”, pero si lo introduces en tu dieta verás que hace las digestiones más ligeras y mejora la eliminación de grasas. 

• Digestivo: después de comer una taza de té rojo hace que las digestiones sean más ligeras y rápidas. ¡Prueba a combinarlo con algún ingrediente que te ayude a prevenir los gases y será perfecto!

• Previene el colesterol alto.

• Diurético.

• Recupera el ritmo intestinal. Recuerda que no es laxante, sino que al tomarlo de manera constante ayuda a normalizar el ritmo de todo tu aparato digestivo y por tanto te ayudará a ir al baño con regularidad.

• Te mantiene activo pero sin excitarte.
  
  

Té Oolong

Aspecto: El té oolong, también llamado en algunas ocasiones té azul, tiene un aspecto en ocasiones tosco, con grandes hojas enroscadas de color marrón o verdoso según el grado de fermentación. Se trata de los tés semifermentados, a medio camino entre el té verde (sin fermentar) y los tés negros (fermentados).

Sabor: Los tés oolongs tienen un sabor muy particular, fácilmente reconocibles una vez que se ha degustado alguna vez. Hay quien indica que su sabor puede recordar al de la fruta madura o algún fruto de hueso como el melocotón o el albaricoque. Aunque es uno de los tés menos conocidos, también existen mezclas con ingredientes especiales como las flores o los frutos rojos muy interesantes.

¿Cómo preparar un té Oolong?

Al igual que todos los tipos de té, para preparar un buen té oolong el agua nunca debe hervir. Con el agua muy caliente correremos el peligro de quemar la hoja y que está desprenda un sabor amargo. Así, el té oolong debe prepararse con agua a unos 85 grados y dejar reposar 3 minutos.

Como curiosidad, decir que en algunos países asiáticos, como en el caso de Taiwan (cuna del té oolong), se prepara este té con el agua muy caliente, casi a 100 grados justo antes de la ebullición. Pero la diferencia está en el tiempo de reposo: con esa temperatura lo dejan reposar escasos 40 segundos.

¿Qué beneficios tiene para ti el té Oolong?

• Muy digestivo.

• Ayuda en las dietas de adelgazamiento.

• Diurético. 

• Más estimulante que un té verde.

• Cuida la salud dental.

Té blanco

Aspecto: el té blanco es un té delicado, como plumas etéreas. Esto se debe a que únicamente se recogen (a mano) las hojas que están por abrir, los brotes. Por ello es tan bonito y llamativo. Su infusión es casi transparente, algo dorada y ligera.

Sabor: si te lanzas a probar este té, afina las papilas gustativas. Es muy delicado, pero con notas de sabor sorprendente. Algunos clientes acostumbrados a tés más intensos (negros, rojos...) pueden encontrarlo insípido, pero nada más lejos de la realidad... Recuerda que si quieres que gane “chispa” hay mezclas de té blanco con frutas o flores muy interesantes.

¿Cómo preparar un té blanco?

En general un té blanco debe prepararse de manera muy parecida al té verde, aunque puedes extender más su tiempo de reposo. Hay expertos que recomiendan 3 minutos de infusión, otros 7 minutos, otros más de 10. Nosotros te recomendamos que cuanta mayor sea la calidad de tu té blanco, más tiempo lo dejes infusionar. Hay lugares en Oriente que incluso dejan que las hojas de té blanco bajen al fondo de la taza y no lo cuelan, olvidándose del tiempo de infusión.

¿Qué beneficios tiene para ti el té blanco?

• Es muy diurético

• Ayuda en las dietas de adelgazamiento

• Mejora tus defensas

• Mejora el aspecto de tu piel

• Favorece la creación de colágeno

• Bajo (muy bajo) en teína
  
  

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